Lo primero que deseo destacar es la excelente atención del personal: son amables y dispuestos para que el pasajero tenga una estadía genial. La ubicación es buenísima, a metros de la peatonal del centro y a tres cuadras del Museo del Oro.Alrededor hay muchos lugares para comer. Las instalaciones son muy buenas y confortables. Tienen dos vans disponibles: fuimos a la Catedral de Sal y nos llevaron al aeropuerto, en ambos casos por un precio muy adecuado. El personal del comedor (desayuno y noche) muy atento.
